Hacer deporte al aire libre ayuda
en la prevención de la miopía porque:
Aumenta la visión lejana.
Nuestros ojos están preparados para ver de lejos, pero como el cuerpo siempre busca la máxima eficiencia energética, cuando pasamos demasiado tiempo mirando de cerca, el ojo se acaba acostumbrando y se vuelve miope.
La luz solar tiene un efecto inhibidor de la miopía.
La luz solar estimula la liberación de dopamina en la retina, la cual bloquea el alargamiento del ojo que se produce durante el desarrollo de la miopía.
La miopía tiene un factor genético, pero la cosa va más allá: si la genética predispone, el ambiente dispone. Renunciar a la visión en espacios abiertos y distancias largas nos vuelve cortos de vista: hacer más deporte al aire libre es tener menos miopía.